En primer lugar me gustaría decir que no es mi intención ofender a nadie con lo que voy a expresar a continuación pero hay cosas que de verdad me hacen creer que algo anda mal. Y NO! no es esa sensación extraña y misteriosa de que en este país la inflación es un tema importante (sinceramente no se como se me cruzó eso alguna vez por lo cabeza), menos mal que nuestro ministro nos aclaró la situación de manera honesta, objetiva y oportuna.
A lo que me refiero exactamente es a que hoy me desperté y desayuné con la noticia de que en Tucumán querían instaurar "El Día del Sandwich de Milanesa". ¿Qué más le pueden hacer a este país? ¿No les basta con que este chorreando grasa? Quizás, a su favor, ésta sea la oportunidad de tener 24 hs en el año en donde puedan chupar vino de cartón, olerse las uñas llenas de resto de mandarina y afanarse el cobre de los cables sin que los molesten.
Pero para eso, me gustaría proponer algún que otro día festivo con el que podríamos regocijarnos los argentinos:
"El día del júbilo económico-indumentario" ideado para festejar esos días que encontramos plata en los pantalones, aunque estos hayan sido lavados previamente y la cara de San Martín se parezca a la del Oso Arturo.
"El día del proletario y los cuarenta macacos" para esos días en los que uno se tiene que tomar un tren hasta los suburbios de algún anillo del conurbano perdido entre los puestos de paty y los mercaditos multifunción (venden y trafican gomitas elásticas, efedrina, billeteras de cuero de carpincho, portalápices con la cara de Santo Biasatti, muñequitos de toda la saga de la guerra de las galaxias, tapas de inodoro y carnada para pescar merluza en las toninas envasada por un verdulero matriculado) y vuelve con vida a casa para limpiarle la cacona al nene que no sabe limpiarse todavía.
"El día de la pelusa intrépida" para conmemorar aquellos invaluables momentos en que encontramos el control remoto entre las polvorientas fauces de algún sofa percudido.
No voy a seguir porque tengo que irme a cortarle las uñas al guanaco pero no quiero irme sin recomendarles que dejen un yogurt abierto por unas semanas afuera de la heladera que, con sus frutos, van a poder cobrar una asignación universal y poder comprarse la virulana para despegar los pedazos de provoleta de la sartén.
Tanta verdad.
ResponderEliminarAgrego uno:
"El dia del guachin que te cobra por estacionar en la vereda publica". Se merecen un dia de descanso ya que su arduo trabajo no los deja un minuto de soledad.
Saludos!
Buen blog.